viernes, 21 de diciembre de 2012

Tectonismo en Marte

Las imágenes tomadas por la Mars Odyssey confirman parcialmente la existencia de placas tectónicas en nuestro planeta vecino. La teoría viene desarrollada por las formaciones geológicas encontradas en las imágenes, muy parecidas a las de la Tierra. Estas son, por ejemplo, una zona llana que podría haberse producido por una falla, y zonas profundas de la superficie, grandes grietas como el cañón del Colorado, aunque mucho mayores, posiblemente formadas por la fractura de la corteza marciana por diferentes tensiones. Éstas son los Valles Marineris, cuya teoría mas acertada es la creación de una pequeña grieta por la acción de una falla que se ha incrementado por procesos de erosión y derrumbes. De esta manera podría ser cierto que formaran un límite entre placas.


En Marte las placas aparecen en mucho menor cantidad que en la Tierra, por lo que la superficie del planeta estaría dividida en placas de un tamaño considerable, lo que propone un nuevo misterio: ¿cómo pueden desplazarse éstas placas con tal tamaño? Ésto actualmente no se entiende, debido sobre todo al "pequeño" tamaño del planeta y a su menor energía térmica comparada con la Tierra para desplazar estas placas. De todas formas, ésta menor energía explica por qué las placas se presentan en menor cantidad, únicamente dos identificadas, a diferencia de la Tierra, que posee seis placas principales y numerosas placas secundarias y microplacas. Posiblemente una razón por la que no se pueda explicar actualemente es porque la tectónica de Marte sea diferente a la de la Tierra y no funcione de igual manera. Igualmente se puede pensar en similitudes con la Tierra, como la presencia de terremotos.

Aunque es probable la existencia de las placas, éstas estarían en un estado relativamente jóven, ya que no se aprecian deformaciones de los cráteres, que se encuentran dispersos por toda la superficie. Éstos cráteres habrían sido borrados y continuarían desapareciendo por el movimiento de la superficie, y por lo que se aprecia, esta superficie con cráteres no ha cambiado mucho desde el origen del sistema solar. De igual manera ocurriría con los diversos volcanes, que habrían sido deformados por la acción de estos movimientos. Todo esto es realmente positivo ya que de esta forma se puede apreciar un proceso de división de la superficie que se puede estar originando igual que se originó en la Tierra hace millones de años.

Estos descubrimientos han podido indicar que no sólo la Tierra posee tectonismo y que puede tener un desarrollo común con otros planetas e incluso satélites, como Encélado, un satélite de Saturno que podría tener también movimientos tectónicos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario